
Un sujeto conduce un lujoso Mercedes Benz cuando se le pincha una rueda.
Al intentar cambiarla, descubre que le falta el gato.
¨Bueno, voy hasta la primera casa que encuentre y pido uno prestado -piensa, mientras camina en busca de ayuda-. Tal vez, el sujeto, al ver mi coche, quiera cobrarme algo por el gato -dice para sus adentros-. Un coche como éste, y yo buscando un gato; me va a cobrar diez dólares, tal vez me cobre cincuenta, porque sabe que necesito el gato. Se va a provechar, tal vez me cobre cien dólares.¨
Y, a medida que anda, el precio va subiendo.
Cuando llega a la casa, y el dueño abre la puerta, el sujeto grita:
-!Es usted un ladrón! !Un gato no vale tanto!
!Puede quedárselo!
¿Quien de nosotros puede decir que nunca se ha comportado de esta manera?
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